El presidente Alberto Fernández se enteró del fallo sobre los traslados cuando volvía de un acto en Avellaneda.
«Celebro que hay una mejor justicia», afirmó el presidente Alberto Fernández en un acto en Avellaneda más o menos para la misma hora que la Corte Suprema emitía su fallo que avaló la continuidad de los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi sólo de manera temporal, hasta que el Senado designe sus reemplazos. En el Gobierno consideraban que la resolución -aunque buscaba ser salomónica- les dio la razón en cuanto a los traslados sólo pueden ser temporarios y nunca definitivos. Además, que la decisión de Carlos Rosenkrantz de conceder el per saltum había sido magnificar el tema más allá de lo aconsejable.
«Es necesario que tengamos jueces técnicamente preparados, moralmente probos y una justicia rápida», definió Fernández en el acto que encabezó al mediodía para inaugurar el Departamento Judicial Avellaneda/Lanús, que facilitará el acceso a la justicia al millón de vecinos de la zona. Lo acompañaron el gobernador Axel Kicillof, el intendente Jorge Ferraresi y los ministros Wado de Pedro, Marcela Losardo y Gabriel Katopodis. La inauguración le vino como anillo al dedo para hablar del tema del día. «Los años que nos precedieron no fueron un buen ejemplo. Los espías mezclados entre los jueces no son un buen ejemplo. Tampoco usar a los jueces para perseguir opositores ni presionar a gente para que se arrepienta e involucre a otros en las causas», criticó el Presidente desde el escenario al aire libre, y subrayó: «Eso es el mal uso de las instituciones de un gobierno de turno, y nosotros no queremos nada de eso».
Justamente, el traslado de los jueces a dedo realizado por Mauricio Macri fue siempre un ejemplo del «mal uso de las instituciones» para Fernández, que aprovechó el encuentro para defender nuevamente el proyecto de reforma judicial, que por ahora duerme en la Cámara de Diputados. «Esa reforma no busca que yo ponga jueces amigos ni los traslade de un lado a otro y los ponga como subrogantes del juzgado que me conviene», resaltó. Y avisó que esperaba que la «nueva normalidad» que sobrevendrá a la pandemia fuera mejor que la «normalidad» anterior. «Era un orden que no mostraba el mejor funcionamiento de las instituciones de la democracia, que no nos ofrecía la mejor seguridad ni la mejor justicia”, consideró.
El Presidente se enteró del fallo cuando volvía de Avellaneda. «Lo tomó con mucha calma, con mucha cautela, no se alteró», comentó uno de sus acompañantes. Fue a tono con lo que se esperaba, con la mayoría de la Corte cediendo un poco en cuanto a que los jueces se mantengan interinamente en sus puestos, pero aceptando la idea de que no pueden mantenerse allí de manera indefinida. Para el Gobierno, el Tribunal nunca debió acceder al pedido de per saltum realizado por Bruglia y Bertuzzi. «¿Cuál es la disyuntiva que tiene el presidente de la Corte de con tanto ahínco impulsar esto? ¿Qué es lo que está buscando?», se había preguntado Fernández un mes atrás, sin disimular su enojo contra Rosenkrantz, que al aceptar ese recurso hizo uso de una de las pocas atribuciones que le dejaron sus colegas del tribunal. En ese momento, Rosenktantz dio entrevistas a Clarín y La Nación hablando de «gravedad institucional».
«Magnificó algo que no lo merecía», insistían ayer respecto al presidente de la Corte, que volvió a emitir un fallo en soledad. El resto de los miembros del Tribunal, finalmente, opinaron lo mismo que el juez de primera instancia y que el Consejo de la Magistratura: que los traslados provisorios de ninguna manera pueden convertirse en definitivos y que los jueces deben ser designados siguiendo el procedimiento constitucional en el que el papel decisivo lo tiene el Congreso. Con las palabras de Fernández de ayer, quedó claro que el Gobierno buscará avanzar nuevamente con la reforma judicial que tiene media sanción del Senado y que apunta, como uno de sus principales objetivos, licuar el poder que actualmente tienen los jueces federales con la creación de nuevos juzgados tanto a nivel nacional como en las provincias.