El fallo que sentenció a Juan Ramón Cano fue emitido por unanimidad por los jueces e implicó la primera condena por un «femicidio no íntimo» en la provincia de Santa Fe, ya que víctima y victimario no se conocían.
Un hombre de 30 años fue condenado ayer a prisión perpetua por el «femicidio no íntimo» de Vanesa Castillo, la maestra asesinada en febrero de 2018 de 16 puñaladas por la espalda a la salida de su trabajo, en una escuela de Alto Verde.
Para la familia de la víctima, que en el momento del crimen tenía 33 años, la investigación debe continuar para dar con el autor intelectual.
Entre otros aspectos, las sospechas se basan en que dos meses antes del asesinato, cometido el 15 de febrero de 2018, la docente había acompañado a una alumna a la comisaría a denunciar que había sido abusada.
El fallo que sentenció a Juan Ramón Cano fue emitido por unanimidad por los jueces Rosana Carrera, José Luis García y Leandro Lazzarini, e implicó la primera condena por un «femicidio no íntimo» en la provincia, ya que víctima y victimario no se conocían.
La inquietud sobre la continudad de la investigación es compartida por colegas de la docente asesinada.
«Esta persona no actuó sola, él mismo lo dijo en una de las audiencias. Está registrado y grabado lo que dijo, nosotros entendimos en seguida que era así. Fue por encargo. Nadie va a una escuela adonde hay maestros y niños armado. Nadie clava 13 puñaladas bestiales a una persona porque no le pudiste vender un par de chancletas como es lo que dice una versión. Estaba merodeando la escuela los días anteriores, fue planificado», indicaron en la puerta de tribunales a La Capital.
«Tenemos la decisión tomada de seguir investigando y conocer la verdad. La Justicia a medias no es Justicia. Para mí nunca fue una opción la impunidad, y el crimen de Vanesa está impune», expresó Silvia, hermana de la víctima.
Poco después del mediodía del 15 de febrero de 2018, la maestra salía de la escuela Victoriano Montes y montaba su moto, con el casco puesto, cuando se le acercó Montes.
Una versión indica que el hombre le pidió a Castillo que comprara un par de ojotas y que ante la negativa le solicitó que lo llevara en su moto.
La mujer volvió a decir que «no» y el hombre se subió de todos modos a la parte trasera del vehículo, desde donde le aplicó 16 puntazos con un arma blanca casera.