Según confirmó el fiscal penal 2 Ramiro Ramos Ossorio, hace dos días una mujer denunció que su hermana estaba privada de la libertad dentro del Carmelo y que otra religiosa estaba en la misma situación.
Este mediodía se supo que eran dos las religiosas que querían salir del Convento San Bernardo y que no podían hacerlo.
Según confirmó el fiscal penal 2 Ramiro Ramos Ossorio, hace dos días una mujer denunció que su hermana estaba privada de la libertad dentro del Carmelo y que otra religiosa estaba en la misma situación. Según dijo, hacía 48 horas que no podía comunicarse con su pariente.
El magistrado informó que una monja salió días atrás para una consulta médica y, tras obtener el alta, decidió no volver al Convento. La otra fue «liberada» ayer, en el marco de un allanamiento que se realizó, luego de que las autoridades de la institución incumplieran una orden judicial. Por lo que se sabe, estaba privada de su libertad desde el 6 de diciembre último.
En este momento, ambas religiosas están con sus familiares y se va a dejar pasar unos días antes de tomarles declaración bajo juramento. Ayer solo se realizó un acta a la religiosa que permanecía privada de la libertad, quien confirmó que su deseo era salir de ese lugar.
Desde la Fiscalía buscarán conocer los detalles de la situación de las religiosas y los motivos que esgrimieron las autoridades del Convento para impedirles que se retiren del lugar.
Ramos Ossorio reveló que «fue bastante emotivo» el procedimiento que se realizó ayer con una persona que pasó los últimos 32 años de su vida recluida y desconectada de la realidad. Las dos responden al nombre religioso que adoptaron al ingresar al Carmelo y no, al nombre legal.
El fiscal informó que las autoridades del Convento se presentaron ante la Fiscalía con su representante legal y que se pusieron a disposición. El Arzobispado de Salta también se puso a disposición a través de su representante legal y quedó abierto a entregar los documentos o informes que les pidan.