Esto fue informado por el jefe de Operaciones de Defensa Civil de la provincia. Además del impacto ambiental, varias localidades quedaron sin luz por la destrucción de sistemas eléctricos.
Ya son más de 180 mil las hectáreas afectadas por los incendios en Corrientes, que continúa en alerta luego de que se dificultara el trabajo de los brigadistas para apagar las llamas. Se espera que la llegada de las precipitaciones puedan ayudar a controlar la situación, al mismo tiempo que desde las Confederaciones Rurales Argentinas exigieron al Gobierno nacional que tome medidas.
“Nos preguntamos dónde están las brigadas nacionales de manejo y control del fuego, los aviones hidrantes y los recursos del plan nacional de manejo del fuego», señaló en un comunicado la organización de productores rurales. Por el momento, las áreas más golpeadas son las localidades del norte hacia el centro de la provincia.
«Necesitamos soluciones para los productores del norte argentino, hoy desamparados y con un Estado nacional ausente”, agregaron en el escrito. Actualmente son dos los aviones hidrantes que trabajan en los lugares donde hay focos activos y se han detectado animales muertos.
“La provincia está ardiendo”, advirtió el jefe de Operaciones de Defensa Civil de la provincia, Orlando Bertoni. El fuego tiene mayor impacto en el sur del Parque Nacional Iberá, cuyo acceso fue cerrado al público por precaución. Otras localidades que viven una situación preocupante son San Miguel, Concepción, Caá Catí, Santa Ana e Itatí, y sobre los daños ocurridos Bertoni expresó que las pérdidas son incalculables.
Sobre esta línea, el funcionario mencionó no solo la destrucción forestal, sino también la ruina de alambrados de campos, sistemas eléctricos que dejan asentamientos sin luz y el impacto ambiental.
Días anteriores las temperaturas extremas y la falta de precipitaciones dificultaron las tareas de los brigadistas, pero recientemente el cielo se ha nublado. “Sería de gran ayuda para extinguir el fuego propagado en vastas zonas rurales de la provincia”, continuó el funcionario.
“Necesitamos que lluevan 250 milímetros todo el mes, pero que sean 50 milímetros por día para que vaya haciendo humedad y se recupere la napa”, precisó.
